prepara la castañera sobre
los dedos temblorosos de la
aurora el café de la mañana
dice el sol _
soy fuerte, estoy
aquí_
con ese vaciar los
pensamientos que es la edad espera al
mediodía el alimento
el sol grita mientras _
miradme soy el rey!_
ella le ignora
cuando el sol se derrite finalmente
derrochando arrogancia
despiadada
aún combate fieramente antes
de caer vencido
dice _
no temen los hombres a mi
fuerza? miradme no me
inclino!_
aliviando la castañera el frío de sus tripas dice entonces_
aún soy yo, y como_
no entiende de debates ni
batallas
sólo entiende del precio de
la vida