Aquella noche era:
un tarro de cristal repleto de luciérnagas
una de ellas -enorme-
con dos pares de alas como
las mariposas
tenía un punto
negro a modo de ojo
(como las plumas de los
pavos reales)
que movía como si fuera un abanico
no nos miraba;
pero nosotros con nuestro
ego de amantes
nos sentíamos el centro
de todas sus bondades
más
bien
era
como una geisha
que con
movimientos lentos y envolventes
maquillaba
de blanco
la
cara oscura del silencio
y
ponía en sus labios el lenguaje rojo
de
los sabios
pero
no nos miraba,
no.
Definitivamente
le éramos indiferentes
Un tarro de cristal repleto de luciérnagas...preciosa metáfora para nombrar a la noche con estrellas.
ResponderEliminarNo importa que la luciérnaga mágica no os mirara.Lo importante es que vosotros la mirabais a ella.
Abrazos Pepi.
Me alegro de que te guste
Eliminarestoy de acuerdo
un besito
Maravillosa Composición en deslumbrante Metáfora, personificada en esta peculiar luciérnaga.
ResponderEliminarAbrazos y besos.
Pedro los momentos únicos necesitan de circunstancias únicas.
EliminarBesitos
Aquella noche era diferente y también nosotros, "éramos diferentes"...
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Rafael siempre somos diferentes..
Eliminargracias por tus comentarios
un beso
muchas gracias por tu huella PEPI
ResponderEliminardesde Chile un abrazo
interesante espacio tienes con muy buenas letras
felicitaciones
Gracias a ti Elisa,
Eliminarespero verte por aquí de vez en cuando
abrazos
Pepi, el poema en si es una composición plástica donde la noche parpadea desde la levedad de las luciérnagas. Todo noche, todo amor y esa luz que brilla y que no busca.
ResponderEliminarMagnífico poema.
Me ha encantado en la imagen que proyecta y en el fondo que late.
Un abrazo
Felicidad es verdad que la noche era hermosa, y mágica pero no era hermosa para nosotros sino hermosa en sí misma; con su propia vida interior y sus propias complejidades
Eliminara la noche le importamos un pimiento
aunque pensemos que luce para nosotros
besitos
Que bueno!!!
ResponderEliminarSomos tan poca cosa y sin embargo nuestra vanidad es infinita.
Besos.
Es cierto Toro, solemos creer que el mundo gira en torno nuestro y no somos más que una parte pequeñísima
EliminarBesitos
LA NOCHE CON SUS TREMENDOS ENIGMAS, CON SU INVITACIÓN A LOS DESCUBRIMIENTOS, A DEJARSE LLEVAR...
ResponderEliminarPRECIOSO POEMA.
BESITOS