dice la
escribidora que hay una fisura/
que el
líquido amniótico se escurre/
y ni la piel
ni la lana lo contienen/
dice que la
leche se hizo cuajo/
dice que no
tiene pezones/
dice que
apenas se sostiene/
la
esperanza/
porque
porque
un día
llovió
y la lluvia le cosió los ojos
-a los charcos
Pepy, la esperanza a veces es sitiada por la desesperanza, para vencerla hay que actuar.
ResponderEliminarEs un brillante y desgarrador poema que nos deja la esperanza devastada y estéril.
Un abrazo
Felicidad, efectivamente hay etapas de la vida en que toda esperanza es inutil, es un árbol seco que nunca volverá a reverdecer.
ResponderEliminarUn abrazo
Que lindo poema Pepi es trepidante como un latido del corazón, un abrazo amiga,
ResponderEliminarCarmen, el hecho de vivir es trepidante en sí mismo, y hay instantes en los que el vértigo paraliza los latidos.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga