1
son sospechosos los espejos
a través del laberinto de la serpiente
por debajo de las calles
por debajo de las cosas
es posible fragmentar los silencios
sumergirse en
los charcos
hexagonados
acariciando los
pies
un horizonte
sembrado de alientos
una voz impregnada
_tu voz; tu voz?
_tu voz; tu voz?
residuos de las muchas lluvias
y las hortensias
2
no se extienden los puentes
sobre los espejos sumergidos
no se extienden
antes bien,
antes que se hundieran los barcos
frente a frente
era posible esculpir otra mirada
admiro esa manera tuya de reorganizar
los huecos
alguien debería
construir una ventana en el mar
para que no se extinga
la inocencia
Sin embargo si el cristal se rompe se fragmentan los reflejos hasta el infinito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, justamente estaba pensando en esos fragmentos con reflejos infinitos, en la fuerza de lo pequeño, en las posibilidades multiplicadas de las diferentes caras al ser miradas desde mundos distintos. Eso para mí es la poesía.
EliminarCuando encuentre el cincel tallaré unos ojos en tu mirada.
ResponderEliminarUn abrazo, poetisa.
Un bonito verso amigo: tallar unos ojos en la mirada...
EliminarEs bueno tener amigos tan generosos.
Besos, Rafael, Bardo.
ResponderEliminarÚltimamente tengo el blog un poco abandonado, por trabajo, salud, falta de tiempo en general , pero por supuesto no os olvido e iré pasando poco a poco por vuestros blogs.
Gracias otra vez. Besitos
Trasladas sentimientos, emociones, con mosaicos de muchos sitios en tu corazón.
ResponderEliminarBesos.
Pepa, la mirada que se pierde en la infinidad de los espejos, en la multiplicidad de espacios repetidos o no. Magia de las palabras que se reflejan y reflejan.
ResponderEliminarMe ha encantado tu poema